38 expertos piden al Gobierno hacer obligatorias las FFP2 que Ayuso regaló y Simón tildó de «egoístas»
Un grupo de 38 expertos -entre ellos prestigiosos médicos, virólogos, microbiólogos y economistas españoles- firman un documento en el que se propone una estrategia integral para frenar la propagación del coronavirus, actualmente en cifras de récord. El documento da continuidad a otro similar, que se presentó el pasado agosto, y se refuerza con nuevas medidas en un momento crítico de la pandemia. Entre ellas, valorar la obligatoriedad de las mascarillas FFP2 en el transporte público, una propuesta que se empieza a implantar ya en otros países europeos. El director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, calificó este tipo de mascarillas como «egoístas».
Los expertos, que ponen así sus años de experiencia e investigación al servicio de la lucha contra el Covid, piden prestar especial atención a la protección de los aerosoles, que se han confirmado como la principal vía de contagio, pese a que en un momento el propio Ministerio de Sanidad la infravaloró durante meses.
Entre las medidas que se proponen figura, por ejemplo, «esforzarse a nivel gubernamental por incrementar la calidad de las mascarillas en uso por la población, dada la variación extrema en el filtrado de diferentes mascarillas de tela, con algunas llegando a filtrado similar a las FFP2, mientras que otras apenas filtran el 10% de los aerosoles».
Debate en Europa
El debate sobre el tipo de mascarillas de uso entre la población ha llegado a otros países europeos. Alemania y Francia ya han anunciado que harán obligatorio el uso de las mascarillas PPF2 -ya lo son por ejemplo en el estado de Baviera-en el transporte público y en comercios. Se prohibe además el uso de las mascarillas de tela.
En el documento ‘Una estrategia integral 2’, los expertos, en sintonía con lo que empiezan a implantar otros países europeos, plantean como «recomendación fuerte», valorando incluso su «obligatoriedad», llevar mascarillas FFP2 «en transporte público, donde no se pueda mantener distancia de seguridad y permanezcamos más de 15 minutos». Para ello, señalan, «debería facilitarse una mascarilla FFP2 semanal a todos los habitantes» de las regiones con una alta incidencia. En situaciones con «menos aglomeración», señalan en otro momento, podrían utilizarse las «mascarillas quirúrgicas o análogas, preferentemente reutilizables».
Mientras, el Gobierno español sigue recomendando a la población general el uso de las mascarillas de tipo quirúrgico. El Ejecutivo, de hecho, bajó el IVA de esas mascarillas al 4%, pero las FFP2 siguen estando en el 21%.
«Egoístas» según Simón
Sanidad apuesta en sus informes por el uso mayoritario de las quirúrgicas. Cabe recordar que el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, calificó de «egoístas» las mascarillas FFP2, tanto con válvula como sin ella, porque están pensadas para que la persona que las lleve no se infecte y consideró que las quirúrgicas eran, por el contrario, «altruistas».
«Desde mi punto de vista, pueden ser las ‘egoístas’: yo me protejo y los demás me preocupan poco. Protegen también de infectar a otros, pero no tanto como las quirúrgicas», señaló.
Aunque criticó especialmente las mascarillas FFP2 con válvula, Simón dejó claro al mismo tiempo que tampoco las que no la llevan son de su agrado para un uso común entre la población. Se pueden plantear, dijo, para «una persona que tiene seguridad de que no está infectada y es muy vulnerable». «En un momento determinado, si no hay otra opción, vale para personas concretas, pero desde el punto de vista poblacional no es lo ideal», insistió. El jefe de las alertas sanitarias destacó asimismo que «lo que nos interesa es que cualquier persona que pueda estar infectada no transmita a los demás» y por ello, reiteró, «tenemos que usar las mascarillas altruistas, aquellas con las que si tú remotamente estás infectado no infectes a los demás».
El portavoz de Sanidad para el Covid se refirió además al reparto que, meses atrás, había realizado la Comunidad de Madrid a todos sus ciudadanos de este tipo de mascarillas -FFP2 sin válvula- y reiteró que no estaban recomendadas para la población general. La región madrileña sí prohibió después las mascarillas con válvula, al igual que hicieron otras comunidades autónomas.
Más seguras
El Gobierno se ha negado a abaratar estas mascarillas, que ahora se empiezan a hacer obligatorias en Europa, reduciendo el IVA. Sin embargo, como reveló OKDIARIO, al mismo tiempo que las mantiene más inaccesibles para la población, el Ejecutivo sí las compra para su personal. El Parque Móvil del Estado ha adquirido recientemente 2.000 mascarillas de este tipo, por un importe de 1.800 euros.
Paradójicamente, el Ministerio de Sanidad sí admite que son más seguras. Así lo recoge en el informe ‘Evaluación del riesgo de la transmisión de SARS-Cov-2 mediante aerosoles. Medidas de prevención y recomendaciones’: «La reducción de la transmisión con una distancia interpersonal de 50 cm no alcanzó el 100% con ningún tipo de mascarilla y oscilaría entre el 70% con el uso de mascarilla higiénica, 80% con quirúrgica y 90-95% con la FPP2 incluso con especificaciones de mejor ajuste».
El sindicato de enfermería SATSE exigió recientemente a Salvador Illa que hiciese «todas las gestiones oportunas» para que los enfermeros, fisioterapeutas y el conjunto del personal sanitario puedan utilizar las mascarillas FFP2, una vez que se ha demostrado científicamente la transmisión del coronavirus por aerosoles. Denuncian que muchos profesionales sanitarios «no cuentan en su desempeño habitual con la máxima protección, al no disponer de mascarilla autofiltrante tipo FFP2 o media máscara provista con filtro contra partículas P2 y tener solo a su disposición mascarillas quirúrgicas».
Otras medidas
En el documento ‘Una estrategia integral 2’, los expertos proponen además, entre otras medidas, permanecer el mayor tiempo posible al aire libre, ajustar bien la mascarilla evitando huecos, bajar la voz en interiores, ventilar bien los espacios, instalar medidores de CO2 y recurrir a filtros HEPA, filtros con ventilador o desinfección por rayos ultravioleta.
También apuestan por los test de antígenos, que la Comunidad de Madrid lleva meses realizando en su estrategia de control del virus, pese al rechazo de Sanidad.
Los expertos destacan que su «gran ventaja, además de que permite tener el resultado en apenas 15 minutos, es que tiene una elevada sensibilidad en los primeros días de la infección» lo que «permite un diagnóstico rápido y urgente de aquellos pacientes con sintomatología o que hayan tenido contacto estrecho con otra persona con diagnóstico positivo al virus».
Sobre el rastreo, reclaman, entre otras medidas, «sacar el rastreo de las actividades que tiene que realizar los médicos de atención primaria, y publicar un listado con los rastreadores disponibles en cada comunidad autónoma, que nunca podrá estar por debajo de unos mínimos que deberían ser al menos 1 por cada 4000 habitantes».
En relación al cierre de la hostelería, que ha provocado un brutal impacto en el sector, recomiendan en su lugar «una colaboración activa para la detección de brotes».
Para ello, indican, se deberán utilizar aplicaciones para la detección y rastreo de contactos. «Esta información, por supuesto de forma anonimizada, debe ser integrada en un repositorio común y base de datos accesible y abierta a toda la ciudadanía, para que comprenda las medidas que pueden desprenderse de los datos en base a indicadores previamente fijados», señalan.
Cabe recordar que recientemente Fernando Simón celebró el cierre del interior de los bares como la medida «que más reduce la transmisión».
Sin embargo, como reveló este periódico, Sanidad sólo consigue relacionar a la hostelería con el 2,4% de los brotes.